Las tapas por las que nos decidimos fueron: flor de alcachofa con langostinos y crema de ibéricos, perfecta su presentación y deliciosa, sobre todo por la salsa.
Terrina de foie hecha en nuestra cocina de forma tradicional, absolutamente espectacular, de los mejores que he probado.
Lasaña de cola de toro con salsa de Pedro Ximenez, una tapa muy contundente y muy sabrosa, que combinaba perfectamente con la salsa.
Respecto al resto, el servicio impecable y el local muy cuidado, aunque quizás demasiado elegante para según qué día, y bastante carillo, aunque como ya he comentado la calidad es también muy alta. Una cosa que me pareció excesiva es que cobraban por cada panecillo 50 céntimos y por cada bolsa de picos 30 céntimos, así que aparte del precio alto de por sí, se sube la cuenta por un pan que en la mitad de las ocasiones ni necesitas.
Aquí os dejo su página web por si queréis cotillear, donde viene la carta también.
¡Hasta el próximo bar!
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