¡Hola a todos! De vez en cuando me envían correos de Binomio y aprovechando una oferta de tres tapas por diez euros, fuimos para allá un domingo, ya que nos habíamos quedado con ganas de probar más después del menú degustación.
Como la otra vez, cuando llegamos nos atendieron enseguida y al comentarle que queríamos la oferta nos pidieron que escogiéramos todas las tapas y ya irían saliendo poco a poco de la cocina.
Lo primero en llegar fue una ensalada con queso de cabra frito y rollitos vietnamitas. Ambos estaban muy conseguidos, la ensalada me gustó especialmente con el toque de germinados y el contraste de la ensalada fresca con el queso caliente.
Antes de que hubiéramos terminado las dos primeras tapas ya llegaron a la mesa las dos siguientes y poco después las otras dos, así que al final no teníamos prácticamente espacio en la mesa y comíamos deprisa para que no se enfriara la comida, lo que estropeó un poco la noche a mi parecer.
Seguimos entonces con un bocadillito de calamar, tipo hamburguesa, con muy buena presentación y sabrosa, aunque quizás esperaba algo más. También pedimos una hamburguesa de presa ibérica para cada uno, y estaba espectacular, el pan tenía sabor a mojo picante y combinaba a la perfección con la carne de la hamburguesa.
Por último pedimos un risotto con boletus al aciete de trufa blanca que estaba absolutamente delicioso, perfectamente cocinado y con un aroma espectacular.
Por último pedimos un postre para compartir, repitiendo con el tocino de cielo con crema de limón que tanto nos gustó la otra vez.
En conclusión, las tapas estuvieron deliciosas y el servicio muy profesional, aunque el tiempo de las tapas no fue el adecuado y como ya comentaba hizo que no disfrutáramos de la velada todo lo que habríamos podido. El precio es un poco elevado aunque la calidad lo justifica, así que uno se puede permitir ir de vez en cuando, ¡como mínimo a probar la hamburguesa y el risotto!
¡Hasta el próximo bar!
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