El servicio como siempre fue muy atento y rápido, y enseguida tenía mi gazpacho de habitas por delante. Como siempre, la presentación perfecta, con un vistoso color verde y con los trozos de papada y manzana destacando sobre la crema. El sabor, desgraciadamente, no me ha convencido tanto, era inesperadamente amargo, no sé si quizás tenía un toque de manzana o era la menta, pero la verdad es que me esperaba un sabor más suave de las habitas. La papada combinaba bien, con el toque crujiente de la superficie y la textura más cremosa en el interior, aunque quizás algo con más sabor habria hecho más contraste. En conclusión, aunque original y bien presentada, la tapa y su combinación de sabores no terminaba de cuajar en mi opinión.
¡Hasta el próximo bar!
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